ADVERTENCIA: Esta entrada está dedicada a quienes piensan en publicar y aún no tienen un manuscrito terminado. Si ya tienes tu libro listo, hay caminos para conseguirlo —agentes literarios, editoriales independientes, autoedición— que puedes explorar. Este blog está orientado al paso inicial y fundamental, que es escribir un libro.
Si estás pensando en publicar tu libro cuando aún no has terminado de trabajar en él, debes saber que te estás enfocando en lo secundario. Es como preocuparte por encontrar una plaza de garaje cuando todavía no tienes el coche. La publicación es solo el destino.
Cuando algún alumno me pide orientación para conseguir publicar, a veces incluso sin haber empezado a escribir nada, me saltan las alarmas: esa persona no está centrada en lo esencial. Escribir un libro requiere mucha dedicación, una inmersión completa en el proceso creativo. Si tu mente ya está en las librerías, difícilmente estará donde debe estar: en la página en proceso.
La satisfacción del verdadero escritor
El auténtico escritor se preocupa tanto por su obra que la publicación, aunque deseable, no es su motor principal. La satisfacción profunda reside en encontrar la palabra exacta, en dar con el orden conveniente, en construir una historia que sea verosímil, en crear personajes que tengan profundidad. Y cuando lo tiene, esa es la recompensa inmediata y genuina.
Me he encontrado con escritores que, tras terminar de escribir una obra, me han confesado que la iban a guardar en un cajón. Ya habían conseguido lo que querían y lo demás no era algo nada más que accesorio.
¿Por qué importa más el proceso que el resultado?
Cuando te obsesionas con la publicación, contaminas el proceso creativo. Empiezas a escribir pensando en qué vende, en qué gusta al público, en qué buscan las editoriales. Y así es como se escriben los libros mediocres: intentando complacer a un mercado imaginario en lugar de ser fiel a tu propia voz.
El mercado ya está saturado de libros escritos con fórmulas. Lo que necesita son voces auténticas, pero esa autenticidad solo surge cuando escribes desde una necesidad interior, no desde una ambición externa.
Mi consejo: termina tu libro
Si realmente quieres publicar, el camino es sencillo de entender aunque difícil de recorrer: termina tu libro. Escríbelo, revísalo, púlelo hasta que brille. Solo entonces tendrás algo que merezca ser publicado.
No hay soluciones absolutas en la escritura. No hay trucos para saltar del epílogo a la editorial. El único camino es sentarse, día tras día, y escribir. Página a página, escena a escena, hasta escribir FIN.
Solo cuando hayas vivido la experiencia completa —el inicio incierto, el desarrollo complejo, el final satisfactorio—sabrás si realmente eres escritor o solo alguien con ganas de ser un autor publicado. Y como suelo insistir, la diferencia es abismal.